Que 2020 ha sido uno de los años más disruptivos de la historia es una evidencia. El año en el que ningún plan o previsión sirvió de nada, en el que tuvimos que aprender mil y un nuevos conceptos y en el que la salud y la seguridad hicieron relativizar casi todo lo demás. Pero si de algo ha servido es, a nivel corporativo, para valorar la importancia que muchas veces no se da a la comunicación. Así ha cambiado la comunicación en 2020.
La pandemia, y la crisis posterior a la misma, ha dejado algunas lecciones entre el infinito daño que ha hecho. Comunicar no es aprovechar que estamos encerrados en casa para hacer directos de Instagram o subir fotos diciendo que todo irá bien. Es una estrategia, un mensaje al mundo y una declaración de principios de las empresas para conectar con su público y promover su actividad.
Cinco enseñanzas de comunicación en 2020
El año que ya termina nos ha enseñado muchas cosas. Buenas o malas, de todas se puede extraer alguna importante lección. Y, a nivel comunicativo, éstas son las más relevantes.
Pase lo que pase, comunica. 2020 nos ha enseñado que incluso con el escenario más negativo y en el contexto menos esperanzados debemos seguir comunicando. Es en los malos momentos cuando el usuario, lo sepa o no, lo haga de forma consciente o no, busca y necesita de esa complicidad. Identificarse con una marca y sus valores incluso en un mal momento general es una gran señal para ambas partes.
Las redes sociales son más importantes de lo que muchos pensaban. Muchas empresas, durante mucho tiempo, han pensado en sus redes sociales como un mal necesario. Las han mirado con desdén. Pero cada vez queda más claro que, de puertas para afuera, son el escaparate al que los posibles clientes se asoman para echar un ojo. Descuidarlas es una temeridad que ninguna empresa se puede permitir.
Los medios han cambiado para siempre. Se acabó el todo gratis. Los periódicos españoles, incluso nativos digitales como El Confidencial que siempre habían sido abiertos y gratuitos, han comenzado a implementar los muros de pago. Ya no es una locura: quien quiera leer las noticias tiene que pagar. La única diferencia es que, en pleno siglo XXI, ya no es necesario ir al kiosco para ello.
Adáptate a los nuevos formatos. Ya lo hemos dicho: comunicar no es (solo) hacer directos en Instagram cuando se desata una pandemia. Pero comunicar sí es explorar nuevas vías, probar nuevos mensajes y, también, lanzarse a nuevas herramientas y formatos. Los directos son un ejemplo, pero hay muchos más: TikTok, Reels, Fleets, Twitch… La comunicación en 2020 ha sido la semilla de lo que está por venir.
Deja que lo hagan profesionales. El famoso sobrinity manager quizá pueda postear memes o mensajes de buenos días. Pero si lo que quieres es una comunicación corporativa digital en condiciones, con capacidad de respuesta ante crisis, con estrategia y perspectiva, contrata a profesionales. Las redes sociales, como has leído un par de puntos más arriba, son críticas para el mensaje y la reputación de las empresas.
La comunicación en 2020, como tantas otras cosas, ha cambiado para siempre. Pero si algo sabemos de comunicación es que el único cambio real sería que no hubiera ningún cambio. ¿Qué nos deparará 2021?